¡Hola,
hola a todos!
Llevamos
desde el domingo sin lluvias fuertes y eso se ha notado en el trabajo
de obra que ejecutamos en la Escuela
Eduardo Mondlane,
de Maringanha,
que ha registrado un buen empujón gracias tanto a la favorable
meteorología, como al buen hacer de los albañiles Jackson
Adolfo Mussa, de
40 años y natural de Namuno, y Jorge
Eduardo Saide,
de 37 y natural de Quissanga. Ambas poblaciones de aquí de la
provincia de Cabo Delgado, de donde los dos emigraron hacía la
capital, Pemba, al terminar la guerra Civil, allá por el 82.
Esta
semana no hemos parado, entre otras cosas, de hacer viajecitos
cargados de cemento, arena, agua y más agua. Pero ha valido la pena.
El bloque que alberga Secretaría-Dirección, y que en cuanto
terminemos la rehabilitación acogerá también una nueva sala de
Biblioteca, presenta ya una vista magnífica con todas las grietas y
desconchones arreglados, las ventanas reconstruidas, y las fachadas
exteriores lucidas y listas para pintar, que será lo último que
hagamos.
Bloque de Secretaría antes de nuestra intervención.
Antes... Ahora.
Y
eso a pesar de que los albañiles no han podido trabajar casi dos
días porque Jorge se puso enfermo. Os voy a contar la anécdota,
sólo para que sepáis cómo funciona el tema sanitario por aquí.
Pues bien, el señor Jorge se levanta un día con un desagradable
sarpullido por todo el costado derecho desde la cintura hasta el
cuello, que le provoca el lógico escozor y dolor en el cuerpo. Nos
pide que le ayudemos con un poco de dinero para que pueda ir de
urgencia al Hospital
General de Pemba
-tiene que pagar 50 meticais (1.3€) por la visita- de donde saldrá
con una receta para comprar 8 comprimidos de Ibuprofeno y 8 de
Amoxicilina, que pagará en la farmacia. Sin embargo, cuando yo le
veo reincorporado al trabajo, el sarpullido está prácticamente
igual. Me muestra la receta y las bolsitas con las pastillas, y veo
que algo no cuadra: en la farmacia le han dado Ibuprofeno y
Paracetamol, ni rastro de la Amoxicilina recetada por el médico del
hospital. ¿Error? ¿Despiste? ¿Mala fe del supuesto farmacéutico
que cuenta con que Jorge no sepa leer, no se de cuenta o simplemente
no diga nada? A saber… Lo dejo ahí. Ni que decir que el señor
Jorge, tras nuestra intervención y la adquisición del antibiótico,
está mucho mejor.
Jorge, con casco, reincorporado al trabajo.
Para
terminar con el tema de las obras en Maringanha os contaré otra
anécdota, esta muchísimo más simpática y divertida, aunque espero
que nadie nos acuse de explotación infantil… Por supuesto es una
broma, pero es que esta semana hemos contado con nuevos ayudantes de
“pedrero”,
albañil en portugués y muy apropiado al tema en cuestión: los
niños de la escuela se han dedicado a recoger y traernos las piedras
que necesitamos para construir un pequeño suelo de cemento frente al
bloque y urbanizar, así, toda la entrada que actualmente es pura
arena y barro cuando llueve.
Recogida de piedras. Los críos van trayendo las piedras.
Y las descargan felices a cambio de una foto.
Su
ayuda ha sido valiosísima, entre otras cosas porque comprar las
piedras y su transporte hasta la aldea hubieran sido mínimo 500 MT
(13€) que así nosotros hemos podido destinar a comprar 30 blocos
de cemento para hacerle un bordillo al suelo. Y los chiquillos, a
cambio de tirarles fotos cuando llegaban con sus cargamentos, les
encanta verse en la cámara digital, se lo pasaron encima pipa y no
dudaron en dedicarnos burlas y carantoñas. Encantadores.
El más atrevido del grupo nos saca la lengua burlón, y al siguiente viaje todos sacan sus lenguas...menos uno, que parece no entender la broma.
Las piedras ya preparadas para echarles encima el cemento.
Y
que más… Pues que también esta semana hemos podido entregar los
libros del proyecto a los alumnos de la Escuela
Primaria Completa Maringanha,
en Nanhimbe,
que junto con un grupo de la EPC
de Wimbe
faltaban aún por recibir. Y para premiarles la paciente espera de su
libro, junto con el ejemplar de “O
Nascer da Criança do Amanhã”
les hemos entregado unos preciosos sacapuntas decorados
artesanalmente por los críos del Junior
Shalom de Mislata,
que sorprendieron e hicieron las delicias de los mozambiqueños
(incluidos directores y profesores, que también quisieron su
sacapuntas) con sus múltiples diseños de cangrejos, soles, cisnes,
ovejas, mariquitas, mariposas, estrellas…
La caja llena de los divertidos sacapuntas realizados por los junior de Mislata.
Dos de los alumnos esperan sus libros y regalos junto al pedagogo y el director.
Y
dado que un sacapuntas sin lápices, como que se queda un poco cojo;
pues el proyecto decidió completar la entrega con un paquete de
lápices para cada alumno y un cuaderno. Es decir, el kit
completo:
libro + lápices + sacapuntas + libreta, con el que comenzar bien
alegre y contento el nuevo curso escolar 2013 recién estrenado.
Contentos con sus libros, lápices, sacapuntas...
En
fín, ha habido muchas más cositas, el trabajo os puedo asegurar que
aquí no nos falta. De hecho, mañana por segundo sábado consecutivo
estaremos a pie de obra, ésta vez con el carpintero para que pueda
comenzar a rehabilitar el techo y colocar puertas, aprovechando que
en fin de semana no hay clases ni actividad en la Secretaría. Pero
eso ya os lo contaré en otro momento.
FIN
Una niña ojea su libro mientras Saíde se despide de nosotros.
Um
beijo e disfrutem do fim de semana
Lara
Pemba,
18 de Enero de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario