22 de septiembre de 2013: Inmediatez mozambiqueña: seis meses para colocar un poste de luz

¡Hola a todos!

Pues no. Lamentablemente, se ha confirmado mi suspicaz desconfianza. Aquí en Pemba, en África que es donde estamos, una semana no son siete días. Nada de eso. En el mejor de los casos, una semana podrían ser en torno a los 10-15 días y en el peor… en el peor vete tú a saber cuánto tiempo llega a abarcar una semana africana. Pero lo que está claro es que siete días nanai de la China. Si leísteis mi anterior post recordaréis que ésa fue la previsión del mecánico para entregarnos arreglado el coche, elemento troncal e imprescindible del proyecto. Pero por supuesto no ha sido así, seguimos sin coche y lo más desesperante es que no podemos planificar casi nada porque desconocemos cuándo se nos hará nuestra particular luz.

Por cierto que hablando de luz —y a relación del lentísimo transcurrir del tiempo por este hemisferio austral— os contaré la buena nueva de la semana y del proyecto: tras seis meses de espera, ahí es nada, nuestra escuela de la aldea de Nanhimbe, la EPC Maringanha, por fin tiene ya plantado frente a ella el majestuoso poste que deberá conectarla a la red eléctrica y, con ello, poder disfrutar de la soñada luz en sus aulas.

El director José Gabriel Mogoe nos explica por dónde tienen que tirar los cables de la luz.

Seis meses para un poste eléctrico, que ya tiene cables eléctricos, pero que aún no ofrece a la escuela servicio eléctrico alguno. Porque de momento, insisto, sólo tenemos el dichoso poste, que no deja de ser un larguirucho tronco. Pero estamos tranquilos, no os preocupéis por nosotros, porque nos han dicho que en “una semana” (reléase el primer párrafo de nuevo, por favor para una mejor comprensión temporal a la que se hace referencia) nos entregarán el presupuesto para tirar el tendido hacía la escuela, instalar la caja central y el contrato de alta del servicio.

El famoso poste que ha necesitado de seis meses para su instalación.

No es por hacer más sangre, que una ya anda bastante tocada con un sinfín de problemillas enfrentados en los apenas 11 días transcurridos desde mi retorno y que no voy a relatar para no hacerme la mártir, pero hay que tener muchas tragaderas cuando repaso todo el expediente de la actuación y veo atónita que a finales de enero ya teníamos concluida la obra de electrificación de la escuela, que los primeros papeles de petición del servicio de energía los metimos en la EDM en febrero, que desde entonces no puedo cuantificar la cantidad de veces que hemos insistido, reclamado y hasta pataleado…. Y que después de seis meses sólo hayamos obtenido por parte institucional un dichoso poste que sigue sin servirnos de nada. Decepcionante, permitirme al menos este mínimo desahogo, muy decepcionante e ingrato.

En fin, aunque el tema del reparto de los libros en las escuelas lo tenemos aparcado hasta que tengamos el coche donde cargarlos con comodidad y seguridad, nosotros no paramos de trabajar en los otros frentes del proyecto donde sí podemos movernos con la moto del Logista. Así ha sido como esta semana hemos visitado a la Liga de Direitos Humanos Moçambicana (LDH) y entregado a su coordinadora regional, Virginia María de Jesús, un ejemplar de nuestro libro “Os Contos das Crianças do Amanhã”. Al igual que aprovechamos nuestra visita a la EPC Maringanha para dárselo a su director, Dr. José Gabriel Mogo, que se mostró felizmente sorprendido por el magnífico resultado.

Virginia Maria de Jesús, de la LDH, con el libro.

Un profesor, la secretaria y el director de la EPC Maringanha ojeando el libro.

También lo hemos podido entregar ya a la Cruz Roja, con quien hemos coordinado el envío gratuito de unos ejemplares a la Embajada de España y la Aecid a sus oficinas de Maputo, que os recuerdo está a 2.500 km de distancia de Pemba y los únicos servicios postales fiables de los que disponemos desde Pemba son los no demasiado baratos envíos a través del Portador Diario de la LAM, la compañía aérea mozambicana, o de la empresa privada DHL.

Y, por último, otro frente en el que andamos ya casi a pleno rendimiento es la parte que se inscribe en el codesarrollo y en el que enmarcamos la confección de diversos artículos artesanales por parte de costureros locales, cuya venta revertimos directamente en el proyecto. Podéis ver e informaros con más detalle en nuestro apartado de Tienda Justa y Solidaria, pero hoy os avanzo un nuevo producto que hemos creado: unos delantales preciosos, coloridos, prácticos y super bien hechos, con forro y bolsillo delantero, con telas de capulanas. A quien le interese adquirir un delantal o cualquier otra cosa que haga ya su reserva a través del enlace de nuestra Tienda Solidaria porque ya sabéis que las cantidades que podré llevar en noviembre serán limitadas y se atenderán las peticiones por orden de reserva.

 El costurero "Bota", de Wimbe, cosiendo uno de los delantales.

Pueden ser un buen regalito de Navidad si necesitáis hacer algún detalle sin gastaros mucho y, encima, con el componente solidario y de comercio justo. Ah, y es ideal tanto para mujeres como para hombres y si no ved que bien le queda a nuestro Logista Azimo, que no dudó en simular que se ponía a freir en la sartén bellísimamente protegido de imaginarias salpicaduras tras uno de nuestros llamativos delantales.

El modelo ocasional Azimo luciendo en delantal y otro de los delantales más en detalle. 

Besos a todos y até já

Lara

Pemba, 22 de septiembre de 2013

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