Vaya semanita que hemos tenido; de las más intensas y
a tope de trabajo, sin parar de una aldea a otra y con muchos kilómetros por
caminos polvorientos, pero al mismo tiempo una de las semanas más agradecidas y
bonitas de cuantas llevamos aquí con el proyecto.
El profesor Jacson Rios y Azimo descargan el arroz para la Escuela Eduardo Mondlane, de Maringanha.
Creo que para todos nosotros hay pocas emociones comparables a la
felicidad por sentir la alegría de un niño, su sonrisa espontánea; o por ser
partícipes del agradecimiento sincero y humilde de toda una comunidad, que nos
llaman“amigos” y “boas pessoas”; o apreciar los ojos brillantes de incredulidad de
unos educadores que ven cómo sus aulas disponen de red de electricidad… Sí, son
cosas del ego, dirán algunos. Tal vez. En cualquier caso, para mí, lo que
hacemos no es más que justicia social y humanidad. Sin más.
Azimo divide el arroz en paquetes individuales.
Esta semana hemos podido hacer realidad algunos otros de nuestros
pequeños sueños, de aquellos que nos trajimos de Mislata con la ilusión de los
niñ@s del Junior Shalom y sus
monitores, que realizaron unos preciosos bolígrafos
personalizados y escribieron unas
cartas para los alumnos del proyecto aquí en Mozambique. Los detalles los
hemos repartido en las escuelas de
Mahate, Eduardo Mondlane de Maringanha y la de Muxara.
Los bolis esperan a sus dueños...
...mientras los niños contestan las cartas para conseguirlos.
Además, los niñ@s de estas dos últimas escuelas han respondido a las
cartas de Mislata, eso sí: con mucho esfuerzo -sobre todo en Maringanha, que
son más pequeñitos y se comunican básicamente en Macua-, dado que su nivel de
portugués escrito es muy, muy básico, pero con la ayuda de los profesores y de
nosotros mismos han podido expresar unas pocas palabras, que llevaremos de
vuelta en junio.
Respondiendo a las cartas de Mislata desde Maringanha.
Paralelamente, en ambos grupos de Maringanha y Muxara repartimos
también 70 kilos de arroz de primera
calidad entre alumnos y profesores, como resultado de sus trabajos artísticos
en la estampación de textil y con los cuales confeccionamos 6 bolsos
artesanales, que se vendieron durante la cena solidaria de marzo en Mislata.
Con los 60€ obtenidos de la venta decidimos que ese beneficio repercutiera
directamente en sus artífices y, así, optamos por comprar arroz y distribuirlo
entre los autores de los bolsos, con lo cual cada niño se llevó a casa cerca de
un kilo y medio de arroz.
Mientras Azimo hacía los paquetes, los profesores ayudaban a los alumnos a responder las cartas.
Otro de los momentos emotivos de la semana fue la reunión que
mantuvimos con todo el Conselho da
Escola Eduardo Mondlane y primeras autoridades de la aldea de Maringanha
para dar a conocer todas las actuaciones, educativas y materiales, que desde
AHUIM y Junior Shalom estamos llevando a cabo en la escuela: el proyecto “O nascer da criança do Amanhã”, la
construcción de letrinas y la electrificación. Ambas obras están ya terminadas
y ahora estamos en el proceso burocrático de trámites para que la Empresa Moçambicana
de Electricidade (EDM) instale el servicio eléctrico y autorice el contrato de
suministro.
Lucas Amade, alumno de Maringanha, feliz con su boli y su arroz.
A la reunión asistió todo el Consejo encabezados por su presidente, Omar Rajabo, quien, esforzándose por
hablar en portugués, nos dedicó lo siguiente: “No tenemos palabras para agradecer la ayuda de estos amigos de España
con los que queremos andar juntos, uno al lado del otro, unidos y ligados con
nuestra voluntad (…) El mayor esfuerzo ahora es de nuestros alumnos e hijos
para que sepan de la importancia de la educación en Mozambique”. Junto a
él, el presidente del barrio y 1º secretario do Partido Frelimo, IngonaIahaia, que expresó igualmente su
agradecimiento y la directora de la escuela, BernardetaJoâo de Silva, radiante y emocionada, cerró el acto
diciendo que para Maringanha“este año es
año de luz”. Nosotros, también un poco emocionados y abrumados por su
calidez humana, expresamos en nombre de todos vosotros nuestro orgullo por
permitirnos trabajar con ellos y hacernos sentir parte de esa pequeña gran
familia que es la aldeita de Maringanha.
Alumnos de la Escuela de Mahate también consiguieron sus bolis.
Y las emociones no terminarían ahí porque recibimiento similar nos
daba Paulina Alexandre, directora de
la Escuela Primaria
de Mahate, al vernos llegar por fin con nuestro carro cargado de los materiales
necesarios para dotar de energía eléctrica a la parte de la escuela en la que
podemos intervenir: la que está construida con ladrillos y cemento, y que
corresponde a las dos aulas más grandes y dotadas con pupitres –con capacidad
para un centenar de alumnos-; así como el bloque de Secretaría y Dirección. La
otra parte de la escuela donde dan clase los más pequeñitos son “salas” al aire
libre debajo de unos chamizos de hojas de palma, donde el Conselho de Mahate ya
está interviniendo para hacer salas cerradas de cemento.
Comenzando la electrificación en la escuela de Mahate.
La directora de Mahate, Paulina Alexandre, posa a la puerta de su oficina, que ya dispone de instalación eléctrica dentro y fuera.
Como para todas nuestras actuaciones, para la de Mahate hemos buscado
a personal local y el vecino que asume el trabajo es el electricista Omar Omar, de 35 años, de etnia Makonde
y con tres hijos que asisten a esta misma escuela de Mahate, junto con su
ayudante José Gabriel, que ya se han
puesto manos a la obra.
El electricista Omar Omar y su ayudante José Gabriel.
Semana completita, como os decía al principio, y muy dichosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario